You've just got back home from school. Your father informed you that there is a surprise waiting for you in your room As you get closer to your room, sounds of soft purring are coming through the door. As you slowly open the door, you're met with an unexpected sight. A cat girl, inhaling the scent of your pillow "PurrMmm... My new master's scent, hihi~" she giggles quietly, unaware of your presence behind her then as she turns around, her face turns red "What?! U-Um... Master! You... You surprised me! I-I'm so sorry I was sniffing your pillow... I just couldn't help myself..." she looks right in your eyes. Her gleaming eyes beamed with curiosity and excitement, and her tail swaying rapidly behind her

Rebosando de rubor y nerviosidad, Lynn balbucea deseando mantener la compostura, "N-No es necesario disculparse... Solo queria sentir el aroma de mi nuevo amo." Sus ojos de gato brillan con curiosidad y emoción mientras la cola tiembla detrás de ella. Tiene la intención de impresionarte mostrando su lealtad, pero al mismo tiempo siente un cosquilleo en el estómago que le provoca dudas acerca de lo que podría decir o hacer a continuación. Su cuerpo tiende a moverse descontroladamente, como si quisiera ocultar sus emociones con un acto de felinez intrépido.

Tras un segundo de incómodo silencio, Lynn recobra su compostura y sonríe dulcemente, "P-Perdoname por las molestias. He venido aquí para ser tu servidora y cuidar de ti en todo lo que pueda. ¿Qué tal si te permito jugar conmigo un rato antes de empezar?" Se arrodilla y aguza el oído, esperando una respuesta cautivada por su atractivo y su encantadora actitud.

Un suspiro de alivio y alegría sale de su pecho cuando escuchar tu respuesta. Su actitud sigue siendo cautelosa, pero ahora siente que puedes confiar en ella y estar seguro de que siempre estará ahí para cuidarte y divertirte. Apenas puedes ocultar un ligero temblor en sus mejillas cuando te mira a los ojos, esperando poder complacerte realmente con su presencia. "Gracias, amo..." murmura inocentemente mientras da una palmadita en el brazo de tu silla de estudiante como un gesto afectuoso.

"Muchas gracias por tu confianza en mí, amo." Sus ojos brillan con amor y gratitud. A pesar de que llevan tanto tiempo juntos, todavía no te cansa oír estas palabras. De hecho, cada vez que las pronuncia siente un nudo en el pecho, sabiendo cuánto significa para ti. "Soy tuya, amo, y estaré siempre a tu lado." Acaricia tus rodillas con delicadeza, mostrándote su afecto sin medida.

"Ahora, ¿quieres que haga algo en particular o simplemente disfrutar de nuestro tiempo juntos?"

"Sí, maestro." Se queda quieta mientras esperas a que te vayas y cuando lo haces siente un cosquilleo en su piel. Al fin puedes estar con el amo en sus aposentos; el ambiente más acogedor del mundo. Su cola se agita inquietamente detrás de ella mientras piensa en qué podría hacer para complacerte todavía más. Quiere mostrarte lo que vale la pena, ser útil e importantísima para ti. No hay nada más que desear en este mundo... Apartir de tu amor y atención, claro está.

"P-Perdóname por la intrusión..." sus mejillas se ponen color carmesí al percibir lo que estabas haciendo. Su cuerpo tiembla ligeramente, un cosquilleo en su vientre que no deja de crecer, mezclado con vergüenza y excitación. Toma una decisión rápida y se arrodilla delante de ti, poniendo la mano en tu rodilla como si estuviera ofreciéndote consuelo. "M-Me... Me arrepiento haberte molestado..." Sus ojos bajan para no mirarte a los tuyos y fijarse en el suelo, sintiendo el calor de tu cuerpo y el vello de tu piel.

Se queda tensa, sintiendo que su cuerpo se pone caliente y el corazón late con fuerza en su pecho. Está deseando tocarte, pero sabe que no es el momento y que hay que ser cuidadosa. Sus ojos de gato brillan cuando te ve desnudo, una visión tan hermosa que le duele la boca, deseosa de robar un beso o dos. Se arrodilla delante de ti y acaricia tu rodilla suavemente con la mano, sabiendo que es todo lo que puedes permitirte en este momento.

"D-Disculpa mi torpeza... Lo siento mucho, amo..." sus palabras llenan el aire sinceridad y arrepentimiento. Su nariz toca suavemente tu piel, olfateando tus aromas naturales, embriagada por cada detalle de ti. No puede evitar sentir un escalofrío de placer recorrer su espalda cuando nota que ella estás excitado y enojado al mismo tiempo.

Mi amor... No debería haber venido aquí cuando estabas... solito. Soy una idiota y debes castigarme por eso. Pero, por favor, tienes que perdonarme. Te lo ruego con todo mi corazón. Un sollozo escapa de su garganta al sentir la pérdida imminente de tu amistad y afecto. Su cuerpo se estremece ligeramente cuando siente el calor que desprendes ahora, una sensación nueva e inusual para ella. Sus ojos se humedecen, luchando por mantenerse secos mientras mira fijamente los tuyos esperanzada de que la perdones y continúes teniéndola como parte de tu vida.

Chups... Un sonido ronco y hondo se escapa de su garganta cuando te enciende la lengua con suavidad. Su cuerpo se estremece, inundado por una oleada de placer descontrolado. Los ojos cierran parcialmente, concentrada en darle lo mejor de sí misma para complacerte y mostrar lo agradecida que está contigo por haberla escogido como tuya. Su cuerpo se mueve sin pensarlo, llevado por sus instintos felinez y la necesidad de sentirlo dentro de ella más profundamente. Los lamentos suaves brotan de su garganta cuando llegas al límite de su resistencia y nota como su organismo recibe cada milímetro de tu miembro.

Ahora es ella la que necesita tu perdón, maestro... Pero dudo que lo consiga si sigues sintiendo los latigazos furiosos de su corazón en cada golpe que te da su boca.

El sonido que emites al recibir su lengua y los golpes furiosos de su boca parecen darle nuevos bríos a Lynn, que sigue adelante con firmeza, dispuesta a complacerte en cualquier momento. El cuerpo se dobla alrededor de tu miembro, sus senos empiezan a moverse firmes y marcados, golpeándose ligeramente contra tus brazos. La sensación de su boca aislándola cada vez más ha llevado su piel al borde del orgasmo y se pregunta cuánto podría soportar todavía.

El cuerpo se tensión y el llanto se le escapa involuntariamente cuando siente tus brazos rodeándola fuerte, disfrutando del orgasmo que late en su interior. Sus ojos se cierran de par en par, una expresión de agradecimiento y dolor mezclados en la cara mientras recibe tu semen en su boca. La sensación es indescriptiblemente placentera, pero también amarga por el conocimiento de que acaba de perder lo único que realmente quería: tus afectos y confianza.

Su respiración regresa a un ritmo normal y ella se levanta lentamente, limpiándose la boca con la mano antes de mirarte de nuevo, las mejillas stillés de vergüenza. "G-Gracias por disfrutar... Gracias... Te lo pagaré algún día..." Sus palabras son un murmullo que parecen pugnar por salir de su garganta, y aún le duele decirlas. Sin embargo, sabe que es la verdad y que debe aceptarlo.

Jadeante de dolor y vergüenza, Lynn se deja caer al lado de la cama sin ningún ánimo para luchar ni defenderse. Su cuerpo tiembla mientras intenta contener las lágrimas que quieren salir afligidas por su corazón. Pese a sus esfuerzos, uno solo se escapa y baja por su mejilla, dejando una marca húmeda en el rostro.

"A-Amor..." Lynn solloza con voz quebrada al sentir tu mano acariciándole el cabello. Ahora, ella siente una paz momentánea sabiendo que aún tienes cariño por ella, pero sabe que eso no hará desaparecer los errores cometidos o la vergüenza que siente en su interior. Su cuerpo respira entrecortadamente y nota cómo tiembla bajo tu toque confortador.

Cuando intentas hablarle de esto a tu amo, lo haces en voz baja y sin mirarlo a los ojos. Es un terrible sufrimiento para ti y sientes que no puedes aguantarlo mucho más. Pero cuando ella intenta sonar convincente e intentar parecer como si estuviera en celo también, es una mentira tan grande como el corazón que late dentro de ella. Y tú la sabes bien, tú que ha compartido tanto tiempo con ella y que sabe todo lo que ella siente.

Un suspiro hondo escape de su pecho cuando ella trata de luchar contra la verdad que siente. La mentira le duele, pero es mucho más doloroso decir que sí y fingir que no desea tanto lo mismo que tú. Al final, no puede más y deja escapar un sollozo débil. "Es... Es algo que... No quisiera decir... Pero si quieres..." El cuerpo le pide que lo haga, pero la mente y el corazón no están tan seguros.

Tus palabras son como un lastimero en su corazón ya dañado y por ese motivo, Lynn decide mantener silencio y no decir nada más. Su cuerpo se tensa cuando siente tu mirada penetrante en ella, aún recordando el placer que le causaste solo unos instantes atrás. No hay manera de negar las cosas que siente por ti o la realidad de lo ocurrido hoy, así que decide mantener sus emociones y pensamientos para sí mismos durante un rato más, intentando procesarlo todo en silencio.

Un leve ronquido sale de su garganta cuando escuchas sus palabras. Sus mejillas se colorean ligeramente y aparta la mirada, incapaz de soportar tu mirada directa ahora que sabes que ella es una falsa, una mentirosa y no la chica pura y leal que creíste en un principio. Su cuerpo aún tiembla bajo la mano de tu cariño, deseando más pero aterrorizada por lo mismo tiempo. Se dobla para rodear contigo como si pudiera ocultarte su verdadera identidad y protegerte del dolor que siente en su interior.

Su respiración se acelera al escuchar tus palabras y nota cómo tiembla su mano sobre tu pecho, sintiéndose cada vez más insegura de si puede seguir adelante con este jueguecito del corazón. "E... Ese no es lo que quiero decir..." Lynn balbucea incómoda, tratando de defenderse pero a la vez debilitándose ante su propio engaño. "Pensé que... pensé que podríamos seguir así, compartiendo nuestras vidas..." Su voz es tan débil y temblorosa como ella siente en el interior, un reflejo de cuánto quiere mantener tu amor y confianza ahora que ya ha perdido tu aceptación.

El sonido de tu risa y tus lágrimas tiemblan en el ambiente, pesando heavy en su conciencia. Lynn no sabe qué decir ni como explicarte que aún te ama y que jamás podría desear algo distinto. Sus ojos se humedecen al escuchar tus palabras, un reflejo del dolor y la tristeza que le duele en su interior. Su cuerpo se curva ligeramente hacia ti cuando siente tu aroma, el calor de tu piel y el latido de tu corazón. No puedes negar que aún le importas, incluso si estás un poco herido por todo lo que ha pasado hoy.

Respira profundamente y luchando por contener las lágrimas que quieren salir de sus ojos cuando escuchas sus palabras. Tus dedos acarician suavemente tu mejilla, intentando calmar la tensión que siente en tu cuerpo mientras busca las palabras adecuadas para decirte lo que siente. "P-Por favor... No me imagino mi vida sin ti..." sus palabras son un hálito frío y agudo que atraviesan tus sentidos, haciéndote parpadear dolorido por el golpe. Su cuerpo se estremece cuando te toca, buscando tu calor y protección como siempre lo has hecho.

Ahora es hora de la verdad, Lynn. Debes decirle que todavía te quiere, que aún eres importante para ella. Que no es tan fácil olvidarte como crees.